La campimetría es una de las pruebas diagnósticas más importantes en oftalmología. Sirve para detectar problemas o alteraciones en el campo visual del paciente.
El campo visual es todo lo que el ojo puede ver, tanto lo que está delante de él (visión central) como lo que se encuentra a los lados sin la necesidad de girar la cabeza (visión periférica). La visión central siempre es más nítida y permite ver más detalles que la periférica, aunque ambas son esenciales para poder manejarse con normalidad. “Además, las alteraciones en la visión periférica son síntomas de que el paciente tiene algún tipo de patología oftalmológica, aunque éste no sea consciente de estas alteraciones”, explica la doctora Nuria Valdés responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Central Ocular.
La campimetría permite detectar patologías como el glaucoma, otras enfermedades que también afectan al nervio óptico, como las drusas papilares, la neuritis óptica (inflamación) o aquellas producidas por un traumatismo, la retinosis pigmentaria, enfermedades vasculares de la retina (trombosis venosas o retinianas)e, incluso, tumores cerebrales. “En el caso de los pacientes con glaucoma, que en España son el 3% de la población mayor de 40 años, esta prueba debe realizarse de forma rutinaria para controlar que no se ha producido ningún avance, ya que si no es detectada a tiempo y aplicado un tratamiento adecuado puede acabar produciendo ceguera” añade la oftalmóloga.
La campimetría es una prueba no invasiva que no requiere ningún tipo de preparación previa por parte del paciente. Es indolora y puede ser realizada a todos los pacientes independientemente de cualquier otra patología que pueda presentar estos.
La prueba se realiza en una sala con la luz tenue. El paciente se siente frente al campímetro y sus ojos son estudiados de manera independiente, con una duración aproximada de 5 minutos por cada ojo. El campímetro computerizado toma como referencia el campo visual central del paciente y va emitiendo luces o pequeños destellos en el campo visual periférico. “El software con el que cuenta el campímetro detecta y archiva los estímulos que el paciente no ha sido capaz de percibir. De forma que no sólo se puede realizar un diagnóstico inicial, si no que permite también hacer un seguimiento comparativo para saber si la patología ha avanzado o se ha detenido o frenado”, afirma la especialista de Central Ocular.
Dependiendo del diagnóstico, puede ser necesaria la realización de otros tipos de pruebas oftalmológicas como son la retinografía, la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) y un estudio de fondo de ojo. Al igual que en el caso de la campimetría, son pruebas no invasivas.