Los problemas de visión de los más pequeños de la casa son difíciles de detectar ya que no tienen la capacidad de verbalizar lo que les está pasando además de no ser, la mayoría, de las veces conscientes de que ven mal.
Además, los hábitos de los niños en la actualidad están muy ligados al uso de móviles y tabletas desde muy pequeños y a una disminución del tiempo que pasan al aire libre, por lo que el número de niños con problemas de visión va en aumento.
“Lo ideal sería que los niños de entre 2 y 3 años fueran a una revisión con el oftalmólogo para prevenir la ambliopía (ojo vago) y detectar defectos refractivos como la miopía y la hipermetropía” explica la Dra. María Rojas, oftalmóloga responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Central Ocular.
Otras patologías, como el estrabismo son más fáciles de detectar, ya que el niño tuerce un ojo o los dos ojos no se mueven en la misma dirección.
Acciones que indican que un niño no ve adecuadamente
- Tiene dolores de cabeza repetidos
- Tendencia a acercarse objetos o al leer o escribir
- Se tropieza y cae con frecuencia
- Se frota con frecuencia los ojos, le lagrimean o están enrojecidos
- Hace gestos con la cara, como fruncir el ceño y guiñar los ojos cuando realiza actividades específicas
- Problemas en la lectoescrituera o en el rendimiento escolar sin causa justificada
- Le molestan las luces brillantes (fotofobia)
- No identifica a las personas de lejos aunque le hagan gestos con la mano
“Si detecta varias de estas acciones en un niño mientras que juega, ve la tele, está leyendo o haciendo los deberes, es muy probable que presente algún tipo de problema de visión. Afortunadamente, si acude a un oftalmólogo y diagnostica alguna patología visual (defectos de refracción, ojo vago o estrabismo) eltratamiento, que en la mayoría de los casos será la utilización de gafas, permitirá que el niño vaya desarrollando su visión, hasta alcanzar la agudeza visual adecuada. En el caso del ojo vago, es probable que sea necesaria la oclusión del ojo sano para que el “ojo vago” trabaje” añade la Dra. Rojas. Además, los materiales con los que en la actualidad están hechas las gafas para los niños son seguros a la vez que resistentes, por lo que pueden ser utilizadas hasta por los más inquietos.