Con la llegada del verano se multiplican las fiestas en ciudades y pueblos de España en las que los fuegos artificiales ocupan un lugar protagonistas en los programas de festejos. Los fuegos artificiales suelen estar acompañados por petardos que son manipulados por un amplio grupo de la población que no tiene la formación necesaria en pirotecnia, incluidos los niños.
“Cuando se producen accidentes causados por pirotecnia lo primero que le viene a la cabeza a la mayoría de las personas son las quemaduras en las manos causadas por deflagraciones incorrectas. Sin embargo, la salud de los ojos también se puede ver afectada de forma grave tanto por un petardo que estalla demasiado cerca de los ojos como por las chispas y pequeños fragmentos que caen del cielo si no se respeta el perímetro de seguridad” explica el Dr. David Antolín, director médico de Central Ocular.
Las quemaduras y las erosiones leves en la córnea y la conjuntiva se encuentran entre las patologías más frecuentes causadas por estos juegos de artificio. “La rapidez con la que explotan y lo inesperado hacen prácticamente imposible utilizar el mecanismo de defensa que tienen los ojos, que no es otro que cerrarlos. El fragmento puede entrar en contacto con la córnea y con la conjuntiva (membrana que recubre la zona blanca de los ojos, el interior de los párpados y la esclera), pudiendo provocar quemaduras y daños en ambas”, explica el Dr. Antolín. En estos casos, no se debe frotar el ojo, ya que puede agravar la lesión. Lo más indicado es “lavar” el ojo con suero fisiológico para intentar que el pequeño fragmento salga del ojo y acudir inmediatamente a un servicio de urgencias oftalmológicas. Otras lesiones frecuentes en estos casos son las quemaduras o heridas en el exterior de los párpados y las cejas.
La manipulación de pólvora también puede desencadenar episodios de conjuntivitis al entrar en contacto ésta o algún fragmento de pirotecnia en los ojos. “Los síntomas en estos casos son picor, ojos rojos, secreción abundante (mezcla de agua con humor mucoso), lagrimeo, párpado hinchado y sensación de cuerpo extraño. Algunos de los síntomas aparecerán inmediatamente, mientras que otros pueden aparecer a las horas, por este motivo, un oftalmólogo tiene que hacer una evaluación de lo ocurrido. Para ello habrá que indicar que la sintomatología ha aparecido tras haber estado tirando petardos o bien viendo un espectáculo de fuegos artificiales, ya que es bastante habitual que pequeños restos de los cohetes caigan sobre el público, para que ponga el tratamiento más adecuado” añade el director médico de Central Ocular.
Sin embargo, pueden darse casos más graves si la deflagración de pirotecnia se produce cerca de la cara. Fragmentos del petardo o cohete pueden impactar directamente sobre el ojo provocando daños que pueden ser graves que pueden suponer una pérdida importante de la visión e incluso la pérdida de un ojo si el impacto provoca el estallido del globo ocular. “Si se produce un sangrado o sale líquido procedente del ojo, se padece un fuerte dolor o detectamos algún tipo de perforación, es fundamental no tocar el ojos lesionado, taparlo con una gasa y acudir inmediatamente a un servicio de urgencias ya que si se intenta realizar algún tipo de exploración no médica se puede agravar la situación” explica el Dr. David Antolín.
Para evitar este tipo de accidentes se pueden aplicar estos consejos:
- Seguir siempre las indicaciones del fabricante
- Si se va a deflagrar material pirotécnico profesional utilizar siempre unas gafas de seguridad
- No permitir a niños que utilicen petardos cuya manipulación pueda ser un peligro. “Esta recomendación parece muy obvia, pero sin embargo es más habitual de lo que se piensa que sean los propios padres quien les proporcionen a los niños petardos” recuerda el oftalmólogo de Central Ocular
- La utilización de petardos por niños debe estar siempre supervisada por un adulto, incluso cuando utilicen petardos que sean de uso infantil.