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Las gafas de buceo, el mejor remedio contra el cloro y la sal

 

Siempre se ha dicho que el agua del mar puede ser beneficiosa para los ojos, siempre y cuando sea en su justa medida. Pero el uso hace el abuso, y cuando esto sucede nuestros ojos se secan e irritan provocando esa sensación de ardor o picores, que se multiplican cuando además nos los frotamos con las manos.

 En el caso del agua de las piscinas, “se puede dar una conjuntivitis irritativa química causada, por regla general, por el contacto de nuestros ojos con sustancias irritantes, como sucede con el cloro. También puede producirse por la sequedad ocular provocada por el aire acondicionado”, explica la Dra. María Capote, oftalmóloga responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Clinilaser.

 En este caso, no cabe duda de que la mejor prevención es pues evitar el contacto con el agua clorada. “Por ello, los oftalmólogos siempre recomendamos usar gafas de buceo, tanto en el mar como en las piscinas, ya que además de prevenir irritaciones, protegen de las sustancias tóxicas para nuestros ojos, como las que se desprenden de los fotoprotectores, y también de los hongos y bacterias que el agua pueda contener. En el caso de no llevarlas, la recomendación es evitar abrir los ojos bajo el agua”, aconsejala Dra. Capote.

 Cuando la persona lleva lentes de contacto, no debe bañarse conellas en el mar, en la piscina ni mucho menos en aguas estancadas, ya que hay hongos y bacterias que se pueden acumular entre lente y ojo, causando infecciones muy graves. “Lo mejor en estos casos sería optar por las gafas de buceo graduadas, aunque en la mayoría de casos la mejor opción es la cirugía refractiva para prescindir de gafas y lentillas”, señala la experta de Clinilaser.

Una vez aparecen los síntomas, que cursan con irritación, ojo rojo, lagrimeo incesante, escozor o picores, lo indicado es acudir al oftalmólogo. Y evitaremos frotarnos los ojos, ya que esta acción solamente aumentará la inflamación y las molestias.

 Los colirios y el lavado de los ojos con suero fisiológico alivian, “pero es indudable que para que la conjuntivitis desaparezca debemos evitar la causa que la provoca”, concluye la Dra. Capote.

 En cualquier caso, siempre que salgamos de darnos ese chapuzón en el mar o la piscina nos lavaremos muy bien los ojos con el agua de la ducha y después nos secaremos con la toalla. Y debemos tener en cuenta que las enfermedades oculares como la conjuntivitis son altamente contagiosas, por lo que lo mejor es no compartir la toalla con otras personas.