La miopía es un defecto de refracción crónico que impide ver con claridad los objetos lejanos. Se produce porque el ojo miope es más alargado que un ojo sano, lo que provoca que las imágenes se enfoquen delante de la retina en lugar de directamente sobre ella. Esta alteración en la forma del ojo es la responsable de la visión borrosa típica de los miopes.
¿Cuáles son los grados de miopía?
La miopía se clasifica en tres grados según la cantidad de dioptrías:
- Miopía leve: Hasta -3 dioptrías.
- Miopía moderada: De -3 a -6 dioptrías.
- Miopía alta o magna: Más de -6 dioptrías.
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¿Cuándo es peligrosa la miopía?
La miopía se convierte en un problema serio cuando se presenta en su forma más extrema, la miopía magna (también conocida como alta miopía o miopía patológica). Esta se produce cuando el ojo supera los 26 milímetros de longitud y el paciente presenta más de 6 dioptrías. La deformidad estructural del ojo no solo dificulta la visión, sino que también predispone a una serie de patologías oculares adicionales.
“Esta patología oftalmológica afecta a aproximadamente el 2% de la población y tiene un alto componente hereditario, por lo que los pacientes con antecedentes familiares deben empezar a realizarse revisiones por parte de un oftalmólogo desde la infancia”, explica el Dr. David Antolín, director médico de Central Ocular.
¿Cuáles son los síntomas de la miopía magna?
El principal síntoma de la miopía magna es la visión borrosa de lejos, acompañada de una baja agudeza visual. Otros síntomas incluyen:
- Miodesopsias (moscas volantes)
- Flashes
- Sombras
- Distorsión de líneas rectas.
En casos más graves, pueden aparecer patologías como el glaucoma, que en sus primeras etapas no presenta síntomas evidentes, lo que hace crucial el diagnóstico precoz.
¿Cuál es el diagnóstico de la miopía magna?
“El diagnóstico precoz y periódico de la miopía magna es fundamental para que el paciente pueda mejorar su visión y, por tanto, su calidad de vida, y para controlar y tratar la aparición de otras enfermedades que pueden acabar derivando en una gran discapacidad visual”, aclara la Dra. Angélica Henríquez, responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Central Ocular. Un diagnóstico correcto de la miopía magna debe incluir las siguientes pruebas:
- Estudio de fondo de ojo
El estudio de fondo de ojo es una prueba indolora que no requiere preparación previa. Se utilizan unas gotas que dilatan la pupila para facilitar la visualización de las estructuras internas del ojo.
“La biomicroscopía con lámpara de hendidura que realizamos nos permite, en una sola prueba, estudiar tanto el polo anterior del ojo (córnea, iris, esclerótica, iris cámara anterior, etc.) como el polo posterior (retina, mácula, humor vítreo, cristalino, coroides, etc.), por lo que obtenemos información muy valiosa a la hora de realizar un diagnóstico”, expone la Dra. Henríquez.
- Medición de la presión intraocular
Esta prueba es fundamental para detectar el glaucoma. Una presión intraocular elevada puede dañar el nervio óptico y provocar pérdida de visión. Por eso, se mide la presión dentro del ojo para identificar cualquier anomalía que requiera tratamiento.
- Tomografía de Coherencia Óptica (OCT)
La OCT es una prueba que se realiza de forma ambulatoria y permite obtener imágenes detalladas de la retina y el nervio óptico. Es especialmente útil para detectar cambios en la estructura retinal y del nervio óptico, indicadores de posibles patologías asociadas a la miopía magna.
- Examen de agudeza visual y refracción
Este examen es esencial para determinar el número de dioptrías y obtener una graduación precisa. En pacientes jóvenes o niños, se utilizan gotas que paralizan la acomodación ocular para obtener una medida más exacta, especialmente en casos de miopía alta.
Miopía magna: patologías asociadas
La miopía magna no solo se manifiesta con problemas de visión, sino que también predispone a una serie de enfermedades oculares graves debido a la deformidad del globo ocular. Las principales patologías asociadas son:
Las cataratas se desarrollan de manera precoz en pacientes con miopía magna. Hasta el 20% de los pacientes con miopía alta requieren cirugía de cataratas antes de los 65 años, debido a la mayor fragilidad de sus lentes.
Las personas con miopía elevada tienen mayor riesgo de desarrollar glaucoma debido a la presión intraocular alta, lo que puede dañar el nervio óptico y causar pérdida irreversible de la visión si no se trata a tiempo.
La elongación del ojo y el adelgazamiento de la retina en los pacientes con miopía magna aumenta el riesgo de desprendimiento de retina.
“Cabe destacar que el 70% de los casos de desprendimiento de retina se presentan en pacientes miopes. Además, el riesgo de desprendimiento aumenta en paralelo a un mayor número de dioptrías, como es el caso de los miopes magnos”, afirma la oftalmóloga de Central Ocular.
Debido a la forma anormal del globo ocular y al adelgazamiento de la retina, las personas con miopía magna pueden desarrollar un agujero macular. La mácula es responsable de la visión central, y su daño puede afectar gravemente la capacidad de ver detalles finos.
Otras patologías asociadas a la miopía magna
Además de las mencionadas, otras patologías que pueden desarrollarse en pacientes con miopía magna son: atrofia corioretiniana, degeneración del vítreo (causando la aparición de miodesopsias), degeneración macular y estafiloma, entre otras.
¿Qué hacer cuando tienes miopía magna?
Debido a la complejidad de la miopía magna y sus patologías asociadas, el tratamiento debe ser personalizado según las necesidades de cada paciente. Los tratamientos pueden incluir:
- Corrección con gafas o lentes de contacto.
- Cirugía de cataratas con implante de lente intraocular.
- Control del glaucoma.
- Vitrectomía para desprendimiento de retina.
Además, es crucial realizar revisiones periódicas para detectar y tratar cualquier problema ocular a tiempo.
¿Cómo es la operación de miopía magna?
La operación busca reducir la alta miopía y mejorar la calidad de vida. Existen varias técnicas, como el implante de lentes intraoculares fáquicas (ICL) y la extracción del cristalino con lente intraocular. Cada caso requiere un estudio personalizado para determinar la mejor opción. La recuperación es generalmente rápida, y en Central Ocular se ofrecen opciones de financiación para facilitar el acceso a estos tratamientos.
¿Cuál es la diferencia entre miopía y astigmatismo?
La miopía se produce cuando el ojo es más largo de lo normal, lo que causa que las imágenes se enfoquen delante de la retina. El astigmatismo, por otro lado, se debe a una curvatura irregular de la córnea o el cristalino, que provoca que las imágenes se enfoquen en varios puntos de la retina, causando visión distorsionada tanto de cerca como de lejos.
La importancia de las revisiones oculares
“Debido a la magnitud de la miopía magna y de sus enfermedades asociadas, el tratamiento es totalmente personalizado acorde a las patologías que presente cada paciente. El objetivo es que el paciente mantenga la mejor visión posible durante el resto de su vida, por lo que hay que corregir la miopía; operar las cataratas e incluso colocar a la vez una lente intraocular acorde a las dioptrías de cada paciente para poder prescindir del uso de gafas; detener el avance del glaucoma manteniendo una presión intraocular adecuada; realizando una vitrectomía para el desprendimiento de retina y/o el agujero macular… Y fundamental, son las revisiones periódicas para controlar la enfermedad y detectar precozmente cualquier problema visual que pueda aparecer” matiza el Dr. David Antolín.