Las lentes progresivas son una forma bastante común para intentar solucionar problemas de la vista. Y aunque en muchos casos basta esta solución, es cierto que un gran número de personas no consiguen adaptarse al uso de lentes progresivas en su día a día.
En caso de que te estés planteando el uso de este tipo de lentes te explicamos brevemente en qué consisten, sus ventajas y cuáles son sus alternativas en caso de que no consigas hacerte con ellas.
Ventajas de las lentes progresivas
Las lentes progresivas nos brindan la oportunidad de cubrir en una única gafa la graduación adecuada para distancia lejana, intermedia y cerca.
Este tipo de lente es una necesidad común a partir de los 40-50 años con la aparición de la presbicia.
Entre sus principales ventajas está:
- Aumentan la calidad visual del paciente
- Permiten mayor fluidez y naturalidad al alternar entre diferentes distancias con comodidad
- Brindan una mayor calidad de vida en nuestro día a día
Problemas de adaptación a las lentes progresivas
En ocasiones la adaptación es un inconveniente para el paciente. Para evitar posibles complicaciones debemos partir de una prescripción actualizada y correcta.
Asesorados por el óptico optometrista debemos elegir adecuadamente el tipo de cristal progresivo en función del problema refractivo del paciente y sobre todo de sus actividades diarias, rutinas o hobbies. Es tan importante como elegir una montura correcta y tomar las medidas adecuadas para el centrado de la lente con la mayor precisión posible.
Una buena elección nos ayudará posteriormente a una adaptación más precisa y rápida.
A pesar de todo ello, siempre pueden presentarse incomodidades con la nueva gafa tales como mareos, visión borrosa o aberraciones, vértigo o por ejemplo dificultad para subir o bajar escaleras, conducir o lectura en visión de cerca.
Por ello siempre los optometristas nos podrán explicar cómo hacer uso de ellas, con diferentes consejos y explicaciones que ayudarán a que la adaptación sea más eficaz, en función de cada paciente. Ya que se trata de una lente totalmente personalizada.
A pesar de todo, un porcentaje de pacientes no consigue finalmente una adecuada adaptación a las lentes progresivas. Una alternativa posible para estos pacientes puede ser la cirugía facorrefractiva.