Articulo publicado originalmente en elle.com
El 30% de los españoles, según datos del Ministerio de Sanidad, padece ojo seco. Lo último y más efectivo para tratarlo es un tratamiento de colirio con plasma rico en factores de crecimiento. Te contamos más.
Es uno de los motivos de consulta más frecuente, según María Capote, oftalmóloga y responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Clinilaser. Y simplificando, es la consecuencia directa de tener mala cantidad y calidad de lágrimas: escasa producción, excesiva evaporación, falta o alteración de los lípidos que componen las lágrimas…
¿Quién lo sufre?
“Hay una mayor prevalencia en personas que utilizan a diario lentes de contacto, pasan muchas horas frente a pantallas, viven en climas secos, están expuestas a calefacciones y a una gran polución, sin olvidar a personas de edad avanzada (sobre todo mujeres post-menopáusicas) y a aquellos pacientes que toman fármacos como antidepresivos, ansiolíticos, antihistamínicos, diuréticos y antihipertensivos”, apunta la doctora Capote.
¿Qué notan?
Lna sensación de cuerpo extraño, acompañada de sequedad, ardor, picor/escozor, irritación, ojo rojo, lagrimeo (reacción refleja del ojo debido a que éste necesita producir una cantidad anormal de lágrimas debido a su mala calidad), molestia excesiva por la luz, lagrimeo y dolor.
Dada la gran variedad tanto de causas como de síntomas que puede provocar el ojo seco, es necesario acudir a un oftalmólogo. Este además de realizarte una minuciosa historia clínica te mandará algunas pruebas. “Las principales pruebas para diagnosticar esta patología son el Test de Shirmer, que permite saber cuántas lágrimas produce el ojo en sólo unos minutos (se realiza colocando unas tiras en los párpados que miden el grado de humedad), y la prueba de osmolaridad, que analiza la calidad de las lágrimas a través de un análisis de su composición”, detalla la Dra. Capote.
Tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento
Está indicado en los casos de ojo seco moderado a severo, dónde los colirios habituales con ácido hialurónico se quedan cortos.
¿En qué consiste?
En obtener un colirio de tu propia sangre. Tal cual. “De una muestra de sangre del propio paciente se obtiene, mediante centrifugación controlada, un plasma rico en factores de crecimiento y proteínas bioactivas, que al ser autólogo (del propio paciente) no presenta ninguna incompatibilidad ni efecto secundario”, describe Capote.
Hay dos formulaciones posibles: en gotas o en coágulo para los ojos. “En cualquier caso, consigue reparar la superficie ocular dañada, disminuyendo la inflamación y dolor asociado al ojo seco, favoreciendo una mejor lubricación ocular y protegiendo el ojo de infecciones gracias a su efecto antiinflamatorio” explica Paz Rodríguez-Ausín, oftalmóloga responsable de la Unidad de Córnea de Cliniláser.
También es útil para tratar úlceras, síndrome post-láser y para regenerar la cornea después de un trasplante de las mismas.
¿Durante cuánto tiempo hay que utilizarlo?
Con una sola extracción de sangre se obtiene suficiente colirio para 2 ó 3 meses. “En muchas ocasiones es suficiente con estos meses de tratamiento, pero en ojos secos más graves, es necesario repetir. No hay límite de veces a realizar”, asegura la doctora Capote. Y en la mayoría de pacientes los beneficios son inmediatos.
Resultados
Regenera y repara la superficie ocular, disminuye la inflamación y las cicatrices y aumenta la secreción de lágrimas. “Su poder regenerador contribuye a mejorar la estructura del epitelio conjuntival (recubre la zona blanca del ojo, la esclera y la parte interior de los párpados) y el corneal (capa más externa de la córnea que actúa como su barrera protectora)”, apunta la oftalmóloga.