La rosácea ocular es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta los ojos, provocando síntomas molestos y potencialmente graves. A continuación, detallamos los principales síntomas, causas y tratamientos para esta condición.
¿Qué es la rosácea ocular?
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que cursa en brotes con eritema, telangiectasias, ardor, enrojecimiento súbito, pápulas y pústulas y engrosamiento de la piel de la nariz (conocido como rinofima). “Sin embargo, muchos pacientes desconocen que esta enfermedad dermatológica también puede afectar a la salud ocular.
¿A quiénes afecta la rosácea ocular?
La rosácea ocular afecta aproximadamente a la mitad de las personas que padecen rosácea. La rosácea ocular también se presenta en pacientes que no tienen rosácea en la piel, por lo que es muy importante conocer los síntomas para acudir un oftalmólogo que haga un diagnóstico certero y prescriba el tratamiento específico para cada caso”, explica el Dr. Carlos Izquierdo, oftalmólogo responsable de la Unidad de Oculoplástica, Órbita y Vías Lacrimales de Central Ocular.
Rosácea ocular: Síntomas
La rosácea ocular suele debutar en la edad adulta, entre los 30 y los 50 años, y afecta por igual a hombres que a mujeres (la rosácea de la piel afecta más a mujeres, menos en el caso del rinofima, más frecuente en hombres de edad avanzada) y, al igual que la que afecta a la piel es crónica que cursa en brotes. Los síntomas más frecuentes de la rosácea ocular son:
- Ojos rojos: Dilatación de los pequeños capilares sanguíneos.
- Visión borrosa y fotofobia: Hipersensibilidad a la luz.
- Sensación arenosa y picor: “Hay que tener cuidado con este síntoma, ya que puede hacer que nos frotemos el ojo con demasiada fuerza provocando lesiones en la córnea” apunta el Dr. Izquierdo.
- Síndrome de ojo seco
- Lagrimeo y ardor: Molestia general en los ojos.
- Inflamación de los párpados: Pueden aparecer orzuelos y chalación recurrentes.
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Manifestaciones clínicas de la Rosácea Ocular
Estos síntomas pueden llevar a complicaciones como chalación, blefaritis, conjuntivitis y lesiones corneales, que deben tratarse junto con la rosácea ocular para mejorar la calidad de vida del paciente y hacer que los brotes sean cada vez más leves y se espacien más en el tiempo apunta el DR.Izquierdo.
Rosácea ocular: causas
El origen de la rosácea, tanto de la piel como de la ocular, no está definido, pero se sabe que el factor hereditario es muy importante. También se ha vinculado a factores ambientales, a la presencia del ácaro Demodex folicullorum (vive en los poros y en los folículos del pelo, incluido en las raíces de las pestañas), problemas inmunológicos e, incluso, a la bacteria Helicobacter pylori (responsable de las úlceras estomacales y duodenales, de gastritis crónicas y del linfoma de Malt).
“Lo que sí sabemos los profesionales de la medicina es que existen determinados factores que inciden directamente en la aparición de los brotes” matiza el Dr. Izquierdo. Entre ellos encontramos:
- Consumo de alcohol
- Bebidas como el café y el té muy calientes
- Comidas picantes
- Exposición en demasía al calor, al viento y al sol
- Hacer deporte de alta intensidad
- Baños calientes o uso de saunas
- Situaciones de estrés y/o ansiedad
- Medicamentos con corticoides o que dilaten los vasos sanguíneos
Tratamiento de la Rosácea Ocular
La rosácea ocular es una afección que puede causar incomodidad significativa y complicaciones si no se trata adecuadamente. En Central Ocular, ofrecemos soluciones y tratamientos efectivos para manejar esta condición. A continuación, describimos los principales tratamientos médicos y medidas preventivas para la rosácea ocular:
Tratamientos Médicos
- Tetraciclina: Utilizada para reducir la inflamación y combatir las bacterias que pueden exacerbar la rosácea ocular.
- Doxiciclina: Efectiva para controlar los síntomas de la rosácea ocular, reduciendo la inflamación y las infecciones.
- Eritromicina: Un antibiótico que ayuda a disminuir la inflamación y tratar las infecciones asociadas.
- Minociclina: Similar a la doxiciclina, es útil para reducir la inflamación y controlar las infecciones.
Estos antibióticos no solo combaten las bacterias, sino que también tienen propiedades antiinflamatorias que son esenciales para el manejo de la rosácea ocular.
Tratamientos Oculares Asociados
- Gestión de Blefaritis: La blefaritis, o inflamación de los párpados, a menudo acompaña a la rosácea ocular. Los tratamientos incluyen la limpieza cuidadosa de los párpados y el uso de pomadas antibióticas.
- Tratamiento de Orzuelos: Los orzuelos pueden ser tratados con compresas calientes y, en casos más graves, con antibióticos.
- Manejo del Ojo Seco: Las lágrimas artificiales y los geles lubricantes son esenciales para mantener los ojos hidratados y reducir la irritación.
Medidas preventivas para la rosácea ocular
Higiene de los Párpados
Es fundamental mantener una higiene adecuada de los párpados utilizando productos específicos recomendados por tu oftalmólogo. Esto ayuda a reducir la inflamación y prevenir las infecciones.
Evitar maquillajes y lentes de contacto durante los brotes
El uso de maquillaje y lentes de contacto puede irritar los ojos y empeorar los síntomas de la rosácea ocular. Durante los brotes, es aconsejable evitarlos para permitir que los ojos se recuperen.
Compresas calientes
Aplicar compresas calientes en los ojos puede ayudar a reducir la inflamación y la incomodidad. Las compresas calientes mejoran la circulación y promueven la limpieza de las glándulas de Meibomio.
Uso de lágrimas artificiales y gafas de sol
Las lágrimas artificiales ayudan a mantener los ojos hidratados, mientras que las gafas de sol protegen los ojos de los factores ambientales que pueden exacerbar la rosácea ocular, como el viento y la luz solar intensa.
La rosácea ocular requiere un diagnóstico y tratamiento adecuados para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. Ante cualquier síntoma prolongado, es indispensable consultar a un oftalmólogo.