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Tomografía de Coherencia Óptica – OCT

El pasado viernes y sábado se celebró en Madrid el VI curso de OCT (Tomografía de Coherencia Óptica), una nueva tecnología que está transformando la forma de tratar algunas enfermedades que dañan a nuestro cerebro. Entra los ponente del curso se encontraba la doctora María Capote, responsable de la Unidad de Retina y Vítreo en Clinilaser e investigadora de la subespecialidad de neuroftalmología. Así que hemos querido aprovecharnos de su conocimiento para que nos explique en mayor detalle cuál es la relación que guardan los ojos con el cerebro.

Resulta una obviedad decir que los ojos sirven para ver todo lo que está fuera de nosotros: desde lo más próximo, como las partes de nuestro cuerpo, a una fantástica puesta del sol a la orilla del mar. Pero lo que no es tan obvio para la mayoría de las personas es que los ojos nos permiten ver también cosas que están en nuestro interior. Para la doctora Capote, “los ojos funcionan como una ventana al cerebro, es un espejo donde se reflejan los efectos de las enfermedades neurológicas que afectan de alguna forma a la vía visual. La mayor utilidad es en las enfermedades demielinizantes.”

tomografia

Enfermedades demielinizantes

Pero, ¿qué es una enfermedad desmielinizantes? “Básicamente es toda aquella afección que daña la vaina de mielina, el protector que rodea las fibras nerviosas del cerebro, los nervios ópticos en la porción retrolaminar y la médula espinal”. Cuando se producen daños en este velo descienden los impulsos neurológicos, llegando incluso a la parálisis total, lo que provoca problemas neurológicos en las personas que sufren estas patologías.

Un ejemplo de enfermedad desmielinizante es la esclerosis múltiple. Una tercera parte de los pacientes que sufren esta enfermedad presentan un episodio visual que se denomina “neuritis óptica”, causando visión borrosa, alteración de colores y dolor con el movimiento de ojos. “Podemos observar la evolución de la enfermedad a través de los cambios que se producen en los ojos”.

La aparición de nuevas tecnologías como la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) han ayudado a la implantación de esta técnica. “Son varias las ventajas” destaca la doctora Capote, “es una prueba indolora, se realiza de forma rápida y sencilla y nos permite obtener una gran información, no sólo podemos diagnosticar daño en el nervio óptico debido a esta enfermedad, si no que detectamos progresión, y esto nos puede ayudar para evaluar la efectividad del tratamiento.

La OCT como herramienta en las enfermedades neurológicas, ha permitido que sólo con analizar los nervios ópticos del paciente mediante esta sencilla prueba, podamos localizar la lesión que está produciendo daño, ya sea un infarto, un tumor, e incluso podamos predecir las secuelas visuales que tendrá el paciente. Es clave en el seguimiento en este tipo de pacientes, ya que sin necesidad de hacer una resonancia, podremos detectar aquellos casos que necesiten una nueva reintervención o una variación del tratamiento”.

Por lo tanto es muy importante la colaboración entre neurólogos y oftalmólogos para un control estricto de las enfermedades neurooftalmológicas. “Además debemos concienciar a pacientes con enfermedades desmielinizantes o que afecten a la vía visual en general que se realicen de forma regular revisiones oftalmológicas.” concluye la doctora Capote.