El lagrimeo constante en los ojos de los niños puede ser una preocupación para los padres. Este síntoma puede ser indicativo de diversas condiciones, algunas de las cuales requieren atención médica. En este artículo, exploraremos las posibles causas del lagrimeo constante, cuándo es necesario consultar a un oftalmólogo y qué tratamientos están disponibles.
Lagrimeo: ¿Cuáles son las causas comunes en niños?
Obstrucción del conducto nasolagrimal
La obstrucción del conducto nasolagrimal es una de las causas más comunes de lagrimeo en bebés y niños pequeños. Este problema ocurre cuando el conducto que drena las lágrimas desde los ojos hasta la nariz está bloqueado o no se ha desarrollado completamente.
Síntomas:
- Lagrimeo excesivo
- Costras en los párpados
- Infecciones recurrentes (conjuntivitis)
- Hinchazón y dolor en los párpados
El tratamiento a seguir dependerá de la causa de la obstrucción. “En los bebés, lo normal es esperar, porque muchas veces se debe a que el conducto nasolagrimal no se ha desarrollado, explicamos a los padres y madres cómo dar un masaje que ayuda a abrir la membrana que puede estar obstruyéndolo. Ya en niños, podemos dilatar los orificios lagrimales, algo que también se hace en adultos. De no dar resultado esta técnica sencilla, pasaríamos a otros procedimientos con stent o catéter de dilatación o, incluso, llegaríamos a recurrir a la cirugía llegado el caso (dacriocistorrinostomía)”, concluye el oftalmólogo.
Conjuntivitis
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre el ojo. Puede ser causada por infecciones virales o bacterianas, alergias o irritantes químicos.
- Síntomas:
- Ojos rojos y llorosos
- Picazón
- Secreción ocular
Tratamiento:
- Antibióticos (para infecciones bacterianas)
- Antihistamínicos (para alergias)
- Mantener una buena higiene ocular
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¿Cuándo consultar a un oftalmólogo si tengo lagrimeo?
Es crucial consultar a un oftalmólogo si el lagrimeo en los ojos de su hijo persiste más allá de los primeros meses de vida o si presenta signos de infecciones recurrentes, hinchazón o dolor. La evaluación profesional es necesaria para descartar condiciones más serias y recibir el tratamiento adecuado.
Evaluación Diagnóstica
- Examen físico del ojo: El oftalmólogo examinará el ojo y los conductos lagrimales.
- Pruebas de imagen: En algunos casos, se pueden realizar pruebas de imagen para evaluar la estructura del conducto nasolagrimal.
- Cultivos de secreción: Si hay una infección presente, se puede tomar una muestra para determinar el tipo de bacteria y prescribir el tratamiento adecuado.
Lagrimeo: tratamientos
Masajes Lagrimales
Para los bebés con obstrucción del conducto nasolagrimal, los masajes lagrimales pueden ser efectivos. Estos masajes ayudan a abrir el conducto bloqueado.
Cómo realizar masajes lagrimales:
- Lávese las manos antes de comenzar.
- Use el dedo índice para aplicar una presión suave en la esquina interna del ojo del niño.
- Mueva el dedo hacia abajo siguiendo la línea del conducto nasolagrimal.
Si los masajes no son efectivos, el siguiente paso puede ser la dilatación del conducto. Este procedimiento se realiza bajo anestesia y consiste en insertar una sonda para abrir el conducto bloqueado.
Cirugía (Dacriocistorrinostomía)
En casos severos donde otros tratamientos no han sido efectivos, puede ser necesaria la cirugía. La dacriocistorrinostomía es un procedimiento para crear una nueva vía de drenaje para las lágrimas, cuyo proceso quirúrgico consta de:
-Anestesia: Local o general.
-Incisión:Se hace una pequeña incisión en la piel cerca del saco lagrimal o a través de la nariz (DCR endoscópica).
– Creación de un nuevo conducto: Se crea una nueva vía para que las lágrimas drenen directamente en la cavidad nasal.
– Colocación de un tubo de silicona: En algunos casos, se inserta un tubo de silicona para mantener la nueva vía abierta durante la cicatrización.
Prevención de infecciones por el lagrimeo
Para prevenir infecciones en niños con obstrucción del conducto nasolagrimal, es importante mantener una buena higiene ocular.
- Consejos de higiene:
- Lave las manos antes de tocar los ojos del niño.
- Limpie las secreciones oculares con suero fisiológico y gasas estériles.
- Evite el uso compartido de toallas y otros artículos personales.
El lagrimeo constante en los ojos de los niños puede ser una señal de varias condiciones, desde obstrucción del conducto nasolagrimal hasta conjuntivitis. Es importante observar los síntomas y buscar atención médica cuando sea necesario. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los casos pueden ser manejados eficazmente, asegurando la salud ocular de su hijo.
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